Reseña del libro Steve Jobs
- Angel Rodriguez
- 6 sept 2021
- 6 Min. de lectura
Actualizado: 7 sept 2021
¡Hola! Espero que estés muy bien. Quiero compartirte que ha sido un gusto leer la biografía de Steve Jobs, no solo porque me gusta Apple desde hace varios años y quería conocer su historia de primera mano (ahora soy más fan), sino también porque el autor tuvo una pasión por el detalle que está plasmada en cada una de sus páginas y transmite muchas emociones con sus relatos. Así que, por favor disfruta de esta reseña y si te llama la atención compra el libro, sin olvidar que deberás acompañarlo en cada sesión de lectura con un buen café y chopeando tu pan dulce favorito. Así de placentero resultó el libro para mí.
Extendiendo el anterior comentario, el autor tuvo la encomienda de no dejar detalles fuera del libro sobre la personalidad y eventos en la vida de Steve Jobs; sin embargo, algunos de estos no le gustaron al protagonista y su familia. Un punto a destacar es que Steve Jobs alcanzó a leerlo antes de fallecer y estuvo encantado con el trabajo del autor, aunque varios eventos y la relación distante con su primera hija fueron relatados con severidad y le causaron un torbellino de emociones a todos los implicados.
Durante su adolescencia, Steve mostraba una rebeldía nata hacia las autoridades del Reed College -el instituto en el que estudió-, y acudía solo a las clases de su interés. Se reunía exclusivamente con personas que pudieran aportarle ideas, disfrutaba mucho de retiros espirituales, del LSD y del rock, lo cual lo ayudó a tener una concepción muy diferente del mundo desde una edad temprana.
Steve Jobs fue todo un personaje. Detectaba oportunidades en áreas que otras empresas no prestaban atención y creaba productos revolucionarios. Tenía una habilidad para negociar y generar empatía que lograba embelesar a cualquier empresario. Era un genio en las áreas en las que enfocaba su atención y logró cambiar la concepción del mundo sobre las capacidades de los ordenadores, móviles y periféricos en los que sinceramente, creo que solo él pudo haber logrado una innovación así. Pero, no todo fue color de rosa. Jobs era una persona sensible, voluble y con facilidad para desapegarse de los demás, por lo que su juicio pasaba constantemente de un extremo a otro. Para él solo habían dos opiniones acerca de un producto o una idea: “Es lo mejor que he visto en mi vida”o “esto es una mierda”. Sus opiniones podían cambiar varias veces en un solo día.
Otro aspecto característico de la personalidad de Jobs fue lo que familiares, amigos, colaboradores y competidores llegaron a nombrar como “el campo de distorsión de la realidad de Steve”. Esto consistía en que, cuando se le presentaba una idea o proyecto a Jobs (independientemente de si lo consideraba genial o basura), se adueñaba por completo de la creación de sus colaboradores argumentando que él le había añadido más características.
Steve tenía un súper poder para lograr exactamente lo que quería del otro. “Si te dice que algo es horrible o fantástico, eso no implica que al día siguiente vaya a tener la misma opinión -explicó Tribble-. Si le presentas una idea nueva, normalmente te dirá que le parece estúpida. Pero después, si de verdad le gusta, exactamente una semana después, vendrá a verte y te propondrá la misma idea como si la hubiera tenido él” (p. 284).
Ahora, Jobs no solo se arrogaba ideas ajenas, también tuvo un rival con el que estableció una relación durante toda su vida: el fundador de Microsoft, Bill Gates. -¿Viste la serie de Netflix Gambito de Dama? Si no la has visto, solo puedo decirte que es extraordinaria y debes verla ¿Por qué hago una pregunta random en una reseña de Steve Jobs? Bueno, porque en Gambito de Dama hay una rivalidad épica entre dos personajes y la usaré de analogía para escribir sobre la relación de Steve Jobs y Bill Gates-.
Steve Jobs y Bill Gates se conocieron en la década de los 80’s, cuando ambos tenían alrededor de veinte años. Primero fueron amigos y conforme sus compañías fueron creciendo su relación también fue evolucionado. Jobs y Gates inicialmente colaboraron, posteriormente rivalizaron y finalmente aprendieron a convivir con las ideas y proyectos del otro. Bajo este clima de tensión afectiva, fue que ambos genios de la informática inventaron los sistemas operativos que distinguen a cada compañía (MacOS y Windows). La gran diferencia entre el sistema operativo de Apple y el de Microsoft, es que Apple está integrado entre software/hardware y casi no se puede intervenir de forma externa entre ellos. Microsoft da la opción de elegir la interfaz del usuario. Personalmente lo que más me gustó de su rivalidad, es que siempre sacó lo mejor de cada uno y, aunque se aplastaron mutuamente en muchas ocasiones, a su peculiar manera se respetaban y admiraban mutuamente.
Sobre la obsesión de Jobs por el diseño, desde los inicios de Apple declaró: “Apple es la intersección entre la calle de Humanidades y la calle de Tecnología”(passim). Con base en esta frase podemos constatar que sus productos van más allá de la punta de la tecnología y presentan una gran pasión por el diseño y detalle, logrando una obra de arte. -En el año 2015 se vendió en una subasta el Apple I por $815,000 dólares, sin olvidar que en Praga puedes encontrar el museo de Apple-.
Por último, quiero reiterar que Apple es mi marca favorita porque considero que crea productos de alta calidad y constantemente está innovando en áreas de productividad, entretenimiento y calidad de vida. Gracias a la visión de Steve Jobs, su arduo trabajo, su obsesión por el diseño, su empatía y capacidad de detectar oportunidades de mercado, llevó a que Apple elevara todos los estándares de computadoras, reproductores de música, móviles, tabletas, televisiones, relojes inteligentes, rastreadores, audifonos y bocinas. Con base en la trayectoria de Apple, considero que seguirá innovando y produciendo artículos increíbles en el futuro.
“Vegetarianismo y budismo zen, meditación y espiritualidad, ácido y rock: Jobs hizo suyos con gran intensidad los múltiples impulsos que por aquella época se habían convertido en símbolos de la subcultura universitaria en pos de la iluminación. Y sin embargo, aunque apenas se dedicó a ello en Reed, conservaba todo el interés por la electrónica que, algún día, acabaría por combinarse sorprendentemente bien con el resto de la mezcla” (p. 104).
“Jobs reaccionó como de costumbre: <<Quiero que sea tan hermoso como se pueda, incluso si va a ir dentro de la caja. Un gran carpintero no utiliza una madera mala para la parte trasera de una vitrina, aunque nadie vaya a verla>>. En una entrevista realizada unos años más tarde, después de que el Macintosh saliera a la venta, Jobs volvió a repetir aquella lección aprendida de su padre: <<Cuando eres carpintero y estás fabricando un hermoso arcón, no utilizas un trozo contrachapado en la parte de atrás, aunque vaya a estar colocado contra la pared y nadie lo vea nunca. Tú sí que sabes que está ahí, así que utilizas una buena pieza de madera para la parte trasera. Para poder dormir bien por las noches, la estética y la calidad tienen que mantenerse durante todo el proceso>>” (p. 315).
“Puedes juzgar un libro por sus tapas, y una gran compañía debe ser capaz de atribuirse valores desde la primera impresión que causa” (p. 517).
“Este es un homenaje a los locos. A los inadaptados. A los rebeldes. A los alborotadores. A las fichas redondas en los huecos cuadrados. A los que ven las cosas de forma diferente. A ellos no les gustan las reglas, y no sienten ningún respeto por el statu quo. Puedes citarlos, discrepar de ellos, glorificarlos o vilipendiarlos. Casi lo único que no puedes hacer es ignorarlos. Porque ellos cambian las cosas. Son los que hacen avanzar el género humano. Y aunque algunos los vean como a locos, nosotros vemos su genio. Porque las personas que están lo suficientemente locas como para pensar que pueden cambiar el mundo… son quienes lo cambian” (p. 764).
“Recordar que pronto estaré muerto es la herramienta más importante que he encontrado nunca para tomar las grandes decisiones de mi vida, porque casi todo -todas las expectativas externas, todo el orgullo, todo el miedo a la vergüenza o al fracaso- desaparece al enfrentarlo a la muerte, y solo queda lo que es realmente importante. Recordar que vas a morir es la mejor manera que conozco de evitar la trampa de pensar que tienes algo que perder. Ya estás desnudo. No hay motivo para no seguir los dictados del corazón” (p. 1058).
EDICIÓN: Doctora Ana Lucía Argüelles Gutiérrez.
BIBLIOGRAFÍA:
Walter Isaacson (2011). Steve Jobs. Edición en formato digital Octubre 2011. Barcelona. Penguin Random House Grupo Editorial. Pp 1397. ISBN 978-84-9992-132-7. (Libro descargado en iBooks)

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